-Entiendo,
doctor Pichon Rivière, que estamos hoy frente al problema institucional.
-Creo
lo mismo
-Y
tengo la impresión de que tenemos en la mano el cabo final de una madeja
ardiente. Habría que buscar, objetivamente, el otro extremo...
-Comencemos
por decir que este cabo de la madeja es la situación actual. El recorrido entre
ésta y el inicial lo llamaremos historia. Si tomamos un trozo de esa
trayectoria, que abarque un punto culminante de la actualidad, podremos indagar
determinados emergentes que han hecho eclosión convirtiéndose, a su vez, en
nuevos factores desencadenantes de esa situación que todos lamentan y cuyo
punto neurálgico se situó en Suecia. Esos elementos, indudablemente, no sólo
han trabado el desarrollo del fútbol nacional, sino que, por un proceso de
acumulación de tensiones, con el desgaste consiguiente, lo han llevado a un
estado de retroceso.
-La
calle habla partiendo de una base: el éxodo de jugadores que se produjo en
Colombia, primero, y a Europa, después.
-Claro,
es que no se puede negar que esto significó un desmembramiento de aquel grupo
de jugadores que operaba aquí con cierta armonía y cohesión. Por otra parte, la
ida o "huída" de miembros de la familia futbolística hacia diversos
lugares del globo, se enmascaró detrás de aparentes conflictos económicos.
Esto, en realidad, no era más que un disfraz. Bien es cierto que las ofertas
tentadoras servían de trampolín, pero estamos en condiciones de suponer que
estaba en juego otra serie de conflictos que no se habían hecho lo
suficientemente concientes y que llevaron paulatinamente al fútbol a una curva
decreciente.
-Veo
que se bifurca el camino: hay que considerar en este momento todo lo que concierne
a la actividad desplegada por seleccionados y entrenadores.
-Es
una parte del problema. La existencia de líderes autocráticos en la dirección
técnica de nuestro fútbol; el sometimiento de todos los entrenadores a un líder
único; el transplante de sistemas ajenos a la idiosincrasia de nuestro juego
-víctima por otra parte de planteamientos estereotipados- han impedido la
evolución por todos deseada.
-Además,
doctor Pichon Rivière, hay una serie de factores que han gravitado
profundamente, como la diversidad de intereses en juego, totalmente ajenos al
deporte en si. Los dirigentes, por ejemplo, se han convertido en muchos casos
en elementos de desarmonización.
-Por
supuesto; de allí la necesidad de enfocar el panorama en su ámbito total.
-¿Es
decir, que se impone el análisis institucional?
-Sin
duda alguna.
-Desde
su ángulo: ¿cómo la organizaría usted?
-Comenzaría
por un estudio social dinámico, pues es de fundamental importancia el estudio
del grupo. El átomo elemental de la vida social no es el individuo aislado,
sino el grupo contacto, directo y el individuo en relación con su grupo.
-Nuestro
deporte, en general, sin tener una estructura de organización muy complejo,
tiene, empero, una urdimbre de esferas superpuestas que hacen confuso el
panorama.
-Lo
que manifesté anteriormente, nos lleva precisamente a considerar una gran
estructura formal, compuesta en cada uno de sus niveles por un enjambre de
pequeños grupos de contacto directo o indirecto, cuyas relaciones entre si
forman parte de la importantísima dinámica de la institución.
-¿No
se podrían establecer concretamente cada uno de esos niveles?
-Sí.
Para el análisis de una institución -que en el caso del fútbol es necesaria-
debemos tener en cuenta criterios y técnicas que correspondan a cada uno de
estos cuatro niveles diferentes:
a)
Análisis psico-social (el individuo y el ámbito);
b)
Análisis social-dinámico (el grupo y su ámbito)
c)
Análisis institucional, a saber:
1) en su estructura
formal;
2) en su estructura
dinámica y;
3) en sus funciones
dentro del ámbito administrativo y nacional;
d)
Institución e individuo. (Es decir, llegar a establecer qué representa esa
institución
para el individuo).
-¿Cuáles
serían los aspectos positivos de este análisis?
-En
primer lugar, se obtendría el grado de eficacia del aparato administrativo y
conductor en sí, o sea la actividad de los miembros y dirigentes que lo
componen. Luego, se estudiarán las relaciones que se establecen entre los entes
mencionados y las masas (socios y público) por ellos atendida. En una palabra,
que una investigación y análisis institucional puede determinar las causas del
mal funcionamiento de la institución y sugerir el modo de evitar la rutina, los
anacronismos, la resistencia a las responsabilidades, las dilaciones, la
ambigüedad, los defectos de comunicación, las órdenes contradictorias, etc. Y,
como consecuencia, se evitaría también un fútbol inseguro, individualista, de
rendimiento irregular y la degradación del "oficio".
-En
cuanto a esto último, no cabe duda que el jugador "sufre" las
consecuencias de todas las anomalías de la esfera directriz.
-Así
es. El clima influye sobre el jugador fundamentalmente, quitándole el gusto de
jugar y el deseo de perfeccionarse. La no identificación con la institución o
la hostilidad hacia ella -consciente o inconsciente- hace que el jugador se
sienta "trabado" por el deseo de cumplir sus compromisos por un lado
y "sabotear" a la institución por otro. Todos estos procesos no son
del todo conscientes, pero se expresan a veces por una conducta irregular que
compromete al estado atlético del jugador. A esto se agrega la situación de
aislamiento y también un sentimiento de culpa inconsciente que se expresa como
autorreproche. Configura a la vez todo esto un círculo vicioso dentro del cual
el jugador se mueve sin saber exactamente qué sucede. La manifestación habitual
suele ser de su parte: "No sé qué me pasa"; "estoy
trabado"; "la gente me molesta"; "no tengo
entusiasmo", etcétera.
-¿De
modo que usted ha dado con la fórmula para encontrar el clima propicio que no
aparece por ningún lado?
-Creo
que no tenemos otra a nuestro alcance. Ese sería el camino para encontrar las
condiciones necesarias para el surgimiento de ese clima propicio, ya sea en el
interior de los clubes o en las relaciones de la asociación -que aglutina
dichos clubes- con sus diversos públicos. Esto equivale a plantear e investigar
el problema de las relaciones humanas y públicas, internas y externas a cada
club, y de la asociación, considerada como un todo que se ha convertido en un medio
común de existencia capaz de ejercer una influencia decisiva sobre las
apreciaciones que se hacen en el conjunto de las relaciones humanas. El fútbol,
obvio es decirlo, no tiene sólo trascendencia a su vez por los cientos de miles
de cultores con que cuenta entre nosotros, sino para otro número mucho mayor de
espectadores y aficionados que están concentrados en su derredor. Ya nos
ocuparemos del fútbol, cosa que no haré sin antes decirle que ya en 1903 se
pubilcó en los EE.UU un artículo sobre la materia titulado: "La psicología
del fútbol", precisamente en razón de un interrogante que sigue en pie:
¿por qué es el fútbol el deporte que atrae mayor cantidad de espectadores y por
qué son tantos y tan variados los conflictos que surgen en su medio?
Enrique Pichon Rivière y Ana P. de Quiroga
"Psicología de la vida
cotidiana",
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